sábado, 9 de octubre de 2010

Antes de irse, el Pajarillo insistió mucho con la mandanga

Antes de irse, el Pajarillo insistió mucho con la mandanga de que tenía que ir. La boda finalmente se celebra en un pueblo de Albacete, una ciudad que me hace pensar siempre en navajas y en la posibilidad de comprar alguna. Me ha vuelto a llamar por eneésima vez El Pajarillo diciéndome que yo soy también de la familia y que se lo iba a tomar "muuuu mal" si no fuese a partirme la camisa con ellos. La familia ya ha partido y no me queda más remedio que hacer una demostración de cariño hacia esa familia tan afectada por los asuntos familiares.

Tendré que comprarme unos zapatos negros de charol ,con tacón cubano por supuesto y un par de camisas, una de ellas pa partírmela el día de la boda y dejar mi camiseta del Betis y mi sombrero Mexicano, atuendos que se han convertido extrañamente en uniformes de faena, por unos días.

Conduciré hasta el pueblo con la furgoneta , el vehículo no me preocupa, ruge como un león, tiene la Itv recien pasá y su guantera va bien pertrechada de papel del culo y revistas porno, muy útiles ambas cosas en caso de avería.

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