sábado, 30 de octubre de 2010

A todos los Santos…

Pues ya estaba baldao de tantas horas conduciendo por la autopista, esa furgoneta, que no es precisamente un fórmula uno, para llegar al pueblo de la prima de la novia del Pajarillo, en Almansa provincia de Albacete, cuando decidí salirme, luego me dijeron que esa era la mejor salida posible para llegar, aunque juro que lo hice aburrido y harto del tedio autopistero. La cuestión es que al poco rato paré a cenar en Fuente La Higuera y cuando terminé de cenar y regresé a la furgoneta me perdí vilmente por el lugar, dando vueltas como un idita por un pueblo, que tampoco es que tenga tanta dificultad. La última copa tuvo que ser.

Mira por dónde desemboqué en la puerta del cementerio y justo en la parada del autobús que hay a unos pocos metros de la entrada, una señora visiblemente afectada, me hacía señas para que detuviese la furgoneta. Instintivamente hinqué el pié en el pedal del freno y apresuradamente se me acercó. Cuando ya estaba llegando a la altura de la puerta, bajé el cristal de la ventana para escucharla, e inmediatamente me dijo que había perdido el último autobús que la dejaba en un pueblecito cercano, que no sabía como regresar y que si podía ayudarla. Le dije que sí, que podía entrar y mientras ella se daba la vuelta para entrar por la otra puerta, apresuradamente traté de esconder en la guantera y como pude todo el repertorio de revistas y deuvedés porno del que había hecho acopio durante el viaje.

La señora de unos 45 años iba semienlutada y me dijo que era viuda desde hacía dos años y que había ido a arreglar el nicho de su marido para celebrar el día de todos los Santos, pero que después de hacerlo, se le había ido el santo al cielo y cuando se quiso acordar, se le había hecho tarde y había perdido el último autobús. Era una mujer fuerte, de pómulos enrojecidos, aspecto robusto y saludable con poderosas caderas, dos grandes tetas y el cabello parcialmente encanecido.

Al abrir la guantera para sacar el mapa de carretera, con vistas a localizar el pueblecito del que me hablaba, reparó en el arsenal pornográfico que había dentro y azorada me pidío permiso para ojear alguna. Con fingido rubor me confesó que llevaba más de dos años “sin catarlo” y que “Ayyyyy que ver la añoranza que tenía” .

Lo de ejercer de machote profesional, cosa que hacemos habitualmente el 99,9 por ciento de los varones tiene sus consecuencias y helas aquí...

Continuará…

sábado, 9 de octubre de 2010

Antes de irse, el Pajarillo insistió mucho con la mandanga

Antes de irse, el Pajarillo insistió mucho con la mandanga de que tenía que ir. La boda finalmente se celebra en un pueblo de Albacete, una ciudad que me hace pensar siempre en navajas y en la posibilidad de comprar alguna. Me ha vuelto a llamar por eneésima vez El Pajarillo diciéndome que yo soy también de la familia y que se lo iba a tomar "muuuu mal" si no fuese a partirme la camisa con ellos. La familia ya ha partido y no me queda más remedio que hacer una demostración de cariño hacia esa familia tan afectada por los asuntos familiares.

Tendré que comprarme unos zapatos negros de charol ,con tacón cubano por supuesto y un par de camisas, una de ellas pa partírmela el día de la boda y dejar mi camiseta del Betis y mi sombrero Mexicano, atuendos que se han convertido extrañamente en uniformes de faena, por unos días.

Conduciré hasta el pueblo con la furgoneta , el vehículo no me preocupa, ruge como un león, tiene la Itv recien pasá y su guantera va bien pertrechada de papel del culo y revistas porno, muy útiles ambas cosas en caso de avería.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Hay que ver la guita que se llega a ganar

Hay que ver la guita que se llega a ganar en Lloret de mar con un campeón de pulsos como el Pajarillo. Hasta nos hemos comprado una "furboneta" que ruge como un león y que además tiene unas cortinillas muy apañadas dónde aparece la virgen de Monserrat con un fondo tropical combinado de palmeras y guacamayos . Una Citroen Berlingo de segunda mano con la ITV recien pasá, El Pajarillo dice que si las cosas se tuercen siempre la podrá llenar de melones o malocotones e irse con su gitana y una balanza a venderlos por ahí.

Sólo hay tres formas de manejar la información del personal: la primera es cocinándola, la segunda es digiriéndola y la tercera es cagándola . El Pajarillo casi nunca habla, pero cuando lo hace me deja siempre manejando la segunda opción. En el fondo creo que gasta demasiada sabiduría para mi modesto cerebro.

En estos momentos me encuentro solo, bueno con nuestra “Berlineta” porque El Pajarillo aun no tiene el carné y dice que se va a apuntar en una autoescuela de esas donde no van los payos pa sacárselo. Se ha tenido que ir en tren. La cuestión es que una prima de su novia se casa y a ido Cornellá a partirse la camisa…